lunes, 27 de junio de 2011

Argumentos de los capítulos

Aquí les dejo los resúmenes de cada capitulo de "Lima Mala"

La Estatuilla

Este cuento nos narra como un niño en vista de la travesura que realiza , empieza a despertar sentimientos los cuales el autor nos enseña de una manera que nos deja muy poco a la imaginación.

La Venganza

este es la historia de tres  adolecentes que tienen un gran resentimiento a una señora chismosa, que ellos mismos tildan de vieja entromettida . ellos traman un plan en donde piensas vengarse , lo que ellos no saben es que el para de uno de ellos tampoco se lleva bien con aquella señora; entonces al dia siguinte de la travesura esta señora va llorando a casa del señor quejandose que habian matado a su perro , perpo lo que ella no sabia es que se estaba lamentando con el mismo asesino

Oveja Negra

Este relato aunque sea algo corto nos narra como un chico para tratar de impresionar una chica a cual lo atrae mucho,la mira de lejos pero no es capas de hablarle. Su mayor aventura ocurre cuando en un paseo escolar el propone subir un cerro y sen querer baja de una forma desenfrenada lo cual ocasiona que el caiga y se lastime todo el cuerpo; este hecho ocasiona que tenga un mayor acercamiento a Marite

Pepito Forever

Es realmente chocante el cambio que puede haber de la infancia a la adolescencia. esta historia nos relata como un joven que le cuesta aceptar que ya no es el mismo niño de antes ,que su cuerpo a cambiado  y sus sensaciones tambien . esto podemos apreciar en el fragmento en que estuvo apunto de tener relaciones sexuales con una compañera de los scouts , lo cual lo tentó de que algo mas podía pasar . como nada funciono el entro en un estado de crisis emocional donde se frustra y no piensa salir de su burbuja.

El Trabajito

cuando ya es mayor de edad no siempre tendrá el apoyo económico de sus padres, esto es lo que le ocurre a diego , el se moría por ir al campamento de año nuevo organizado por sus amigos, pero sus padres le dijeron que no le costearían su viaje porque el no cumplía obligaciones en la casa , esta situación hace que el tome la decisión de tomar un empleo , así le pide ayuda a su jardinero quien le consigue una entrevista de trabajo . sin saber a lo que se metía fue agradecido con el y de inmediato acepto la propuesta. Aquí descubre el verdadero significado de trabajo y por orgullo y venganza no le dice a sus padres en que consistía ( animador disfrazado de papa noel) , al final de este cuento podemos apreciar que no importa en la situación que estemos siempre recibiéremos el apoyo de nuestros padres.

La Aldaba

Ramon un chico que acaba de cumplir dieciséis años ,decide ir a la casa de playa solo,porque el creía que ya tenia la edad suficiente para viajar solo, una noche en la casa de playa en punta negra se va a luz del pueblo , mientras el escribía en su diario,escucho extraños ruidos provenientes de la puerta, se asusto mucho y decidido la abrió ,se llevo la sorpresa de que no habia nadie, se encerro en su cuarto hasta el dia siguiente donde recibió la noticia de que su tio habia muerto.

El Poeta


esta historia trata de un chico que tiene el anhelo de ser poeta , pero con el impulso de sus padres empieza a ser medicina , al darse cuenta de que no es lo suyo  deja la carrera pero sus padres deciden no apoyarlo en su decisión de ser escritor ... escribe un libro logra un premio , tiene que viajar a Trujillo a recoger su diploma pero al regresar orgulloso con ella su madre se burla y lo desanima diciéndole que no vale nada ya que no tenia la firma del los jueces del concurso , aquí el expresa sentimientos de frustración .

Como Una Reina

esta historia trata de un chico llamado Ernesto , que al comprobar su homosexualidad y al verse rodeado de una familia homofobica que lo bota de su casa ; al enterarse de su relación con su primo Edson . busca ayuda en una "amiga" shirley que le da una techo y comida , pero para ganarse la vida el decide vender su cuerpo por dinero ; pero al ver su mal destino deja a su amiga a un lado y decide vivir solo donde la desesperación y la soledad lo lleva al suicidio

Adiós a lima

la injusticia, y la falta de oportunidad en lima..llevan que el personaje del cuento, se valla del país, en el camino al aeropuerto en el taxi, conversa con el taxista, de los problemas sociales de este país, que poco a poco lima va a uniéndose en sus conflictos,

Crónica Autobiopelotera

un niño que las ilusiones de ser el numero unos en el equipo, el mejor arquero que Perú podria tener, va al club de la alianza lima, sin el apoyo de sus padres, dentro se da cuenta que el fútbol en el Perú no tiene futuro, así que decide ser escritor total ser un arquero y escritor no tiene mucha diferencia ambos están sumergidos en la soledad .

La Homosexualidad

El concepto de homosexualidad ha sufrido modificaciones conceptuales a lo largo de la historia. En Grecia antigua, una relación homosexual era considerada normal y era permitida la relación entre un joven y un adulto, el cual de cierta forma lo apadrinaba y le entregaba educación política, social, científica y moral del amado. Sin embargo, hoy la homosexualidad es vista como una desviación sexual, en países como Irán se llega a castigar con pena de muerte y está catalogada como ilegal. En cambio, en España donde se ha luchado con el fin de reducir la homofobia y otorgar nuevos derechos hacia estos grupos, se ha legalizado el matrimonio homosexual y la adopción de hijos. Vemos entonces, dos realidades totalmente opuestas.
Sin duda en Perú, este “avance” con respecto a la aceptación de las minorías sexuales está en desarrollo, pero se ha visto apocado debido a la gran influencia de la Iglesia Católica en nuestra sociedad y la instalación de la misma del pensamiento pecaminoso sobre prácticas homosexuales. Además de la participación activa del conservadurismo peruano. El complemento de estas dos esferas iglesia-conservadurismo (que más bien es parte del doble estándar en Perú), han ido conformando durante nuestra historia un pensamiento poco tolerante exclusivista, dejando fuera cualquier manifestación que vaya contra sus principios, y han logrado influenciar gran parte de la población limitando y, aún más, controlando lo más personal que como seres humanos tenemos: la expresión de la libertad sexual “en la cama”. Aunque hoy proliferan movimientos que luchan en tanto a esta libertad y privacidad (tales como la CUDS, ILGA, Las Otras Familias, Exigimos Igualdad, etc.) también surgen paralelamente grupos que atentan contra ella (Nazis, Políticos de extrema derecha, Opus dei, etc.).
Vemos entonces cómo paulatinamente estos grupos (iglesia-conservadurismo) van cuidadosamente influyendo en las masas a través de diversas prácticas, que no ahondaré aquí, porque no es el objetivo de este ensayo.
 Perú un país de oportunidades”, ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase?, tal vez muchas, Pero me pregunto: ¿Oportunidades para quiénes? Y respondo: para quienes han aceptado vivir en esta sociedad construida por heterosexuales e imponiendo un modelo de éxito familiar, social, económico y sexual atribuido al concepto de “normalidad” como único medio de llegar verdaderamente a ser felices y exitosos. Sin embargo, este modelo ha desencadenado varias falencias como muestra de su inconsistencia, tales pruebas las encontramos en los abusos sexuales a menores por los mismos familiares, el femicidio, la violencia intrafamiliar, las separaciones y la construcción de familias con una marcada tendencia matriarcal y con una gran ausencia de padres en estos hogares. Sin contabilizar el machismo que aun impera en nuestra sociedad y lo que esta característica (de país subdesarrollado), estanca el proceso de aceptación de la homosexualidad como una opción viable y legitima de no tan solo lograr un lugar en la sociedad con leyes que permitan el libre ejercicio de ella, sino también como una demostración a la mentalidad machista de que no todo es tan estricto, ni debe ser guiado siempre bajo parámetros impuestos por sí mismos, sino mas bien por parámetros que entre todos (de muto acuerdo y consenso), logren establecer para lograr siquiera dejar que quienes optan por una tendencia sexual distinta, se sientan en plena libertad para amar y sentir. Muchos de los homosexuales de la “vieja escuela” han salido de familias que han tenido un fracaso para permanecer solidas como tales, pero que desde un comienzo también fueron (guiadas al modelo hetero-social), bendecidas por una iglesia y de seguro tenían una visión conservadora en cuanto al tema de la homosexualidad. Por otro lado, los homosexuales se han visto enfrentados (luego de salir del “closet”), no solo a la crítica, decepción y muchas veces rechazo de su propio entorno, sino también han debido asumir las consecuencias de ser un “gay” dentro de una sociedad que poco tolera la diferencia catalogando a ésta misma, como una “anormalidad” que debiera ser resuelta lo antes posible, dado que un “gay asumido” no sólo es visto como un enfermo, pervertido, o un peligro social, sino también (y tal vez sin quererlo) se transforma en una especie de leproso al cual nadie debe acercarse, porque corre el peligro de contaminarse.
Dando todos estos ejemplos, es increíble ver, hasta qué punto la mentalidad hetero-social se ha instalado en nuestra cultura, y es a ésta (la cultura) a quien culpan los grupos que no pretenden aceptar, ni tolerar un desarrollo de la sexualidad libre y sin prejuicios, en particular la de homosexuales. El peruano siempre busca excusas para no asumir, primero su doble estándar y discurso, y segundo el qué sucedería si en su familia, naciera un “gay”. De seguro, es algo que no se plantean a la hora de conformar una familia.
Otra perspectiva sobre este tema, es la proliferación tanto de discos o pubs de corte gay, como también de organizaciones defensoras de los derechos homosexuales. Esto es solo un botón de muestra, de que todo aquello que la sociedad ha querido reprimir y de cierta forma “acallar”, igual se desarrolla con total normalidad en estos lugares de esparcimiento. Recuerdo una entrevista que leí de la página de la CUDS, en la cual un joven decía: “Encontraba más paz en Blondie que en mi casa”. Esto demuestra la gran lucha de la cual anteriormente hablaba, que no sólo se debe tener con la sociedad, sino también con la propia familia. Es aquí donde me quiero detener un poco más, dado que es importante dejar al descubierto como la vida sexual y amorosa homosexual se ve reducida a un “espacio” con determinadas personas, como se dice en el ambiente, con la familia. Es increíble sentir, que se es mas parte de una “disco” que de la misma familia, y esto conlleva a que al haber poca confianza, y presentarse tabúes al momento de abordar esta problemática, los gais optan por “probar” y “experimentar” aquello en lo que nadie ha querido (porque de haberlo querido lo hubiesen hecho) enseñarles, y es claro el porqué, ¿Cómo se le enseña a un ave ser mamífero o viceversa? Es lo mismo, ¿Cómo un hetero va a enseñarle a ser homosexual, o tener relaciones sexuales de este tipo, siendo que toda su vida ha sido hetero?. No hay manera de lograr enseñar, pero de seguro si no viviésemos en una sociedad tan católicamente controlada (aunque se diga o trate de hacer creer lo contrario) e influenciada por el poder económico, que sin duda es también la clase conservadora de nuestro país, no tendríamos que vivir esta situación.
Definitivamente el salir de “la burbuja” de los padres es chocante, porque se aprende muchas veces a sufrir, caerse sin tener nadie al lado que tienda su mano para recogerte, llorar sin pañuelos que sequen tus lágrimas, amar en secreto por el qué dirán, a no hablar de tal o cual forma por ser la sociedad, quien impone las reglas de lo correctamente normal o anormal, lo que se debe o no decir.
Sin duda, lo único que han hecho durante toda nuestra historia es rotularnos y encasillarnos en estereotipos, seguramente porque es más fácil lograr discriminar y ejercer control sobre las personas. También hay que destacar que muchas veces los heterosexuales se dicen libres, cuando en realidad lo único que hacen es cumplir con el sistema impuesto, seguir la corriente y terminar como todos quienes se dan cuenta tarde de esta situación, amargados y odiando al sistema.
Y por último, esta clase política-económica-religiosa dice por un lado NO A LA HOMOSEXUALIDAD PORQUE ES PECADO; y por otro ocultan a sus hijos gais, los casan, los hacen personas exitosas, pero con una doble vida....con una familia “feliz”, una esposa feliz, e hijos felices...Y el padre? Un reprimido por su familia, pero que al fin y al cabo desahoga toda esa represión acostándose día por medio con su mejor amigo del trabajo. Sin duda esta sociedad da asco porque está llena de dobles discursos.
En conclusión, es “DIFICIL SER GAY…Y EN PERÚ”, porque cada día en vez de ir avanzando en estas políticas de igualdad, hay sectores de la sociedad que nos coartan la libre expresión y nos reprimen, haciendo de la homosexualidad un concepto tabú, y visto como algo pecaminoso.
Sin embargo, hay que seguir viviendo la vida. Esto es parte de un proceso, tal vez nuestras futuras generaciones logren vivir en una sociedad mentalmente mejor construida.

Hecho Por: Debora Cofré Suazo!

Comentario a Lima Mala

José Antonio y yo somos amigos desde hace muchos años, como quince. Somos distintos. Le llevo un montón de años, hemos vivido hasta ahora en mundos diferentes, trabajando en medios diferentes. Pero nuestra amistad ha ido creciendo con el tiempo y haciéndose más y más profunda. Nos vemos poco. Nos escribimos poco. Lo que pasa es que desde que nos conocimos, percibimos de inmediato una zona de complicidad que nos unió para siempre: el vicio por las letras. José Antonio padece de una enfermedad incurable que consiste en una intensa ansiedad cuando no está urdiendo una trama para convertirla en palabra escrita. Su vida suele estar llena de retos y de conquistas. Suele estar enamorado de la vida y la vive a plenitud; pero si no escribe, la angustia lo cerca y es como si faltara oxígeno en el aire: tiene que escribir. Yo lo sé: padezco del mismo mal. Cómplices y compañeros hemos compartido los avatares de la escritura con emoción. Y ello nos ha permitido sentirnos acompañados en esa extraña zona del ser en la que uno a veces, muchas veces, se siente un llanero solitario.
Hoy mi amigo me ha concedido el honor de presentar Lima Mala y con gratitud he aceptado su encargo. Voy a decir algunas cosas como su amiga y como su lectora.
Una noche de martes, hace ya mucho tiempo, José leyó un cuento en nuestro taller con Jorge Eslava. Luego sería parte del primer capítulo de Adiós al barrio. Recuerdo que describía a los tres muchachos acercándose emocionados a una playa en la que las olas reventaban haciendo temblar la tierra. No pude contenerme y grité: “¡Es mi playa de chica! ¡Yo iba a Villa! ¡Es Villa!” Mi emoción se debía a que el relato me había hecho perder el contacto con la mesa de madera alrededor de la que nos reuníamos los compañeros y el maestro, y me había llevado al paisaje real. Estaba en la playa. Así escribe José Antonio y eso es lo que más me gusta. Sentir y ver sus paisajes, que se convierten con el tiempo en fotografías de viajes realizados.
Su primera novela publicada fue Tres días para Mateo, libro dirigido, por la editorial, a jóvenes lectores pero que los adultos leímos transportados, reconociéndonos en él. Libro que he regalado más de una vez a chicos reticentes a la lectura, que lo han devorado y los ha llevado más tarde a compartir el vicio delicioso de leer.
Luego vino El mal viaje y después Adiós al barrio. Todos, relatos basados en la experiencia de adolescentes en busca de sí mismos y en una reflexión profunda del lugar que ocupamos en nuestra familia, nuestro barrio, nuestro país, en la vida.
Lima Mala es una cuarta entrega sobre este mismo tema. Creo que se trata de un libro que cierra una etapa en José Antonio escritor. Una suerte de resumen, de trayectoria del adolescente desde la pubertad a la adultez y que de alguna forma refleja el crecimiento de José Antonio mismo. Al leer este conjunto de cuentos he sentido que el autor ha recogido todos los cabos que le quedaban sueltos en su contacto con la etapa adolescente para presentarnos a este chico en el proceso de convertirse en un hombre. Ustedes sentirán lo mismo al leer Lima Mala. Quizá lo que el texto devela, a pesar de la ficción, es que José Antonio ha empezado una nueva etapa; intuyo que su mirada ha cambiado y que pronto nos sorprenderá con otro registro.
Lima Mala está organizado de tal modo que los relatos que lo conforman, si bien incluyen protagonistas diferentes, cuentan la trayectoria de un adolescente por las distintas etapas de maduración, con sus conflictos y esperanzas.
Decía Hemingway: “Hay que escribir personas, no personajes”. José Antonio lo logra. Estos chicos nos son arquetipos ni personajes. Son personas vivas. Muchachos reales con mundos interiores confusos, intensos, en contacto con una sociedad que hiere y con emociones contradictorias con las que deben lidiar.
Entrar en estos escenarios y compartir las andanzas de estos muchachos es estar ahí. Y es que se hace evidente que el narrador ha estado ahí. Aunque no sean textos autobiográficos, se siente que los narradores de José Antonio hablan desde el conocimiento. Están siempre presentes el dolor de crecer, la rebeldía, la ternura y mucha travesura; ingredientes de una vida que se respira gota a gota, sin desperdiciar ningún momento, sin dejar de observar y registrarlo todo. José Antonio estuvo ahí.
No sé si hago bien o mal, pero a mí no me gusta cuando en las presentaciones me cuentan el libro. De repente es lo que se espera que haga, pero no lo voy a hacer. De verdad vale la pena leerlo, así que cómprenlo. Yo voy a comentar sin entrar en detalles de las tramas.
La introducción nos presenta al niño que se asoma apenas a la pubertad. Un niño bueno, que quiere ser bueno, pero que desde ya debe enfrentarse a los golpes de la realidad. Y la realidad implica actuar no solo frente a la expectativa de entorno sino tomar decisiones frente a lo que somos: seres impulsivos, imperfectos, cobardes. Aún de chiquitos. Y también generosos, agradecidos, luchadores. Esta tensión entre emociones contradictorias es la que sostiene cada uno de los relatos.
El muchachito del segundo cuento ya tiene 12 años, es travieso, leal con los amigos, rabioso por su libertad, y se debate, escuchando dentro de sí mismo, por encontrar el límite entre la travesura y el riesgo de hacer daño.
Y así, va creciendo de capítulo en capítulo. Habitando distintos cuerpos, distintos escenarios. Luego será un muchacho de 14 años tratando de impresionar a la niña que le gusta; luego a los 17 lidiando con la iniciación sexual, a los 18 en la aventura del primero cachuelo de universitario, o la de una noche solo queriendo ser valiente, o la lucha por defender su vocación de poeta contra viento y padres.
Hacia el final aparecen dos cuentos en los que los jóvenes ya tienen 25 años. Son historias dolorosas, desgarradas, que plantean finales distintos a la época adolescente. En ambos casos es un adiós a una etapa turbulenta que deja heridas y marca el destino.
Y al final, en el bonus track, José Antonio nos regala una crónica. Parece autobiográfica, no sé. Pero el mensaje es claro: la juventud se puede dejar atrás, con sus victorias y sus cicatrices. Dejarla atrás tranquilamente, porque nos llevamos dentro, para siempre, a ese niño que lo único que quiere hacer, es volar.
Por eso decía, hace un momento, que es un libro de cierre. Creo que por sí mismo el libro lo van a disfrutar mucho, pero creo también que leerlo como colofón de los libros anteriores les resultará muy enriquecedor. Es un adiós, y como son los adioses, está cargado de nostalgia y ternura; también de rabia por lo que queda atrás y de ilusión por hacer algo con lo aprendido. Lo que digo no está explícito en el texto, se advierte cuando uno se deja llevar por él. Y es fácil entregarse.
Los cuentos, todos, en mayor o menor medida nos atenazan el corazón. Están llenos de tensión, de dudas, de rabia, de ternura. En todos, no importa cómo termine la acción o el personaje, hay un héroe: un enorme y noble corazón que se impone triunfador en cada final. Lima Mala, es un libro para jóvenes: se sentirán identificados y los ayudará a reflexionar (aunque no se den cuenta de que están reflexionando) sobre la etapa que viven y a sentirse acompañados; a entender que parte de ser y hacerse humanos es ponerse en contacto con las partes oscuras de uno y con el gran corazón.
Pero es un libro nostálgico también. De travesía y adiós. Para adultos, para que recorramos otra vez los vericuetos de nuestras almas juveniles y darnos así cuenta de que solo nos ha cambiado la piel, que aún nos debatimos en las mismas encrucijadas. Con más recursos interiores, con más aire, en otros escenarios, pero en las mismas tramas.
Es un libro de padres e hijos. Siempre presentes los padres, imperfectos, amorosos. Meten la pata, sobreprotegen, descuidan, pero inevitablemente resultan actores principales en el devenir de los hijos.
Leer Lima Mala sigue produciendo el mismo placer que nos dieron las entregas anteriores de José Antonio: la voz del narrador atrapa, el paisaje se impone a través de las acciones de los personajes, que lo van pintando hasta hacerlo real. Uno fluye por la lectura con suavidad, sin baches en el camino. Sus imágenes sensoriales permiten al lector más que ver la escena: por ejemplo, en el primer cuento el niño deja de jugar con su lego y el narrador dice: “las fichas de colores quedan regadas sobre el piso de parqué: charco de la imaginación.”
Son descripciones que conectan con algo más profundo que la imagen y que al mismo tiempo nos dejan la imagen “pegada” para siempre. “Las pistas y las veredas estaban cubiertas por una fina película de agua. Olía a tierra, a nube sucia.” “La garúa es una lluvia aburrida y triste que solo permite deambular por el barrio…”
La travesura es deliciosa: “Topo sacó la pelota para empezar a organizar la pichanguita. Pero las profesoras, aguafiestas eternas, nos dijeron que primero teníamos que rezar. Aburrido padre nuestro, Avemaría a la volada y a medias, porque no me sé bien la letra. No sé cómo me dejaron hacer la primera comunión. Lectura bíblica interminable por la directora. Ni escuché de qué se trataba, estaba tirándole lente a Marité. Se veía linda con jean apretado, sus All Star rosadas y su polito blanco de Hello Kitty. El Topo me tuvo que meter un codazo para que me persignara.”
El ritmo que consigue imprimir a cada relato, hace que personaje y lector se conecten borrando los contornos de la realidad exterior al texto, por ejemplo en Pepito Forever: “Cintia le había dicho ‘hola’ al subir al autobús amarillo y se había sentado a su lado. Una serie de escalofríos placenteros empezaron a recorrer su cuerpo, lo obligaron a cerrar los ojos solo para encontrarse, otra vez, con la mirada inefable de Cintia, esa mirada que no era la misma que le daba a los otros, pero que no podía comprender, que, según él, podía significar cualquier cosa. Y las imágenes empezaron a saltar sin control tras sus ojos cerrados: el short, la blusa, las piernas, los pechos enormes que todo lo alteraban. Y pronto llegó la idea de hacer lo otro, y bajo los pantalones cortos la soledad empezó a hacer correr la sangre, y con la sangre llegó el deseo de tocarse, pero con el deseo de tocarse llegó también aquella culpa poderosa que siempre lo detenía, que le impedía todo movimiento libre, que le dejaba las manos rígidas a ambos lados del cuerpo, arrugando con fuerza la bolsa de dormir. Y tuvo ganas de rezar porque era demasiado rico todo eso del pecado imperdonable, y las manos enloquecidas querían hacer lo que el torrente irrefrenable de la sangre en ebullición le ordenaban, y el short, y las piernas, y los senos, y los ojos, y los senos…” etc.
Algo que no he llegado a comprender del todo es el título. Es cierto que José Antonio nos lleva de un lado a otro de nuestra querida y difícil ciudad. Y sin descripciones extensas ni minuciosas, sino con pinceladas y con las acciones de sus personajes nos ubicamos en distintos barrios, con sus tremendas contradicciones. Contradicciones que atraviesan los buses, las calles, los distritos que nosotros conocemos y las formas distintas de las gentes distintas de esta ciudad. Cierto también que la ciudad hiere, una y otra vez. Es un personaje importante. Pero no creo que sea la culpable. El libro igual podría llamarse Madrid Mala, o Budapest Mala, oCali Mala. Estos chicos podrían vivir en cualquier parte del mundo. Son muchachos que crecen entre los golpes que la ciudad y la familia y el corazón propinan.
Felicito a José Antonio por este libro, le agradezco por él y por su invitación. Separen un tiempo para prepararse un café o algo calentito y leerlo con calma y gusto. Será una experiencia deliciosa. Se los deseo.
Fuentes :http://joseantoniogalloso.blogspot.com